Yamada Yoshimitsu

yamada yoshimitsu

Yoshimitsu Yamada nació el 17 de febrero de 1938 en Tokio. Su padre, Ichiro, fue profesor académico. Su madre, Michio, se ocupaba de la casa. La  familia del padre era pariente de otra familia apellidada Abe. Durante su infancia, Ichiro perdió a sus padres y los Abe lo adoptaron.

La difícil situación de Japón durante la Segunda Guerra Mundial obligó a ambas familias a emigrar a Corea en los años ’40; se instalaron en Chinju, una pequeña ciudad a unas 200 millas de Seúl. La cabeza de la familia, Kazo, alquilaba tierras y tenía su propio negocio, e Ichiro Yamada se dedicó a los negocios de minería. Se quedaron en Corea hasta el fin de la guerra.

Tadashi Abe, primo de Ichiro Yamada, practicaba Aikido desde 1942. Esta coincidencia indudablemente afectó la vida de Yoshimitsu. Con solamente unos pocos años, Yoshimitsu había tenido contacto con Osensei antes de que se fueran a Corea, en una presentación de artes marciales en la casa de la famlia Abe. Este encuentro le dejó una impresión inolvidable. Yamada Sensei suele recordar que aquel agradable y tranquilo hombre mayor –apariencia que causaba Osensei a primera vista– se convertía en alguien totalmente diferente cuando pisaba el tatami: era un inasible y misterioso maestro de artes marciales.

Probablemente, aquella reunión influenció la decisión de Yoshimitsu, de dieciocho años, quien en 1955 optó por unirse a Hombu dojo como uchi-deshi. Esto fue posible gracias a la recomendación de Tadashi Abe, pues el joven aspirante no había entrenado nunca artes marciales. Su primer día como uchi-deshi coincidió también con su primer día sobre el tatami. Enseguida, se hizo amigo de sus senpai Nabuyoshi Tamura y Sadateru Arikawa.

Yamada Tamura
Junto a su amigo Nobuyoshi Tamura sensei.

En esos tiempos, Hombu Dojo era un lugar completamente distinto a lo que se conoce hoy en día. La casa de la familia Ueshiba era parte del dojo, y Morihei, si bien irregularmente pero con mucha frecuencia, aparecía en el tatami. Osensei representó una autoridad sin igual para todos los uchi-deshi. Con su comportamiento nutría todas las cualidades por las que un joven japonés se esforzaba en esos tiempos.

Los entrenamientos eran exigentes, y la vida en el dojo poseía una naturaleza casi ascética. Esto se debía a la difícil situación económica por la que atravesaba el país luego de la Segunda Guerra Mundial. Hombu Dojo no se destacaba particularmente del nivel de vida general de Japón. El edificio no tenía calefacción, así que la temperatura en invierno descendía por debajo de los cero grados. En verano, por lo general, el calor golpeaba. Los uchi-deshi no tenían un área de habitaciones ni demasiadas cosas personales; su vida estaba sujeta al ritmo de vida del dojo y eran raros los momentos de privacidad. Cada uchi-deshi tenía que hacer ciertas tareas y  participar en las clases privadas. Yoshimitsu Yamada recuerda, aún hoy, el horario. El primer entenamiento, dirigido por Kishomaru Ueshiba, empezaba a las 6:30; luego había otro a las 8:00, conducido por Koichi Tohei o por Kisaburo Osawa, quien una vez por semana era reemplazado por Kenji Tomiki. Hiroshi Tada o Seigo Yamaguchi daban la clase de las 15:00, y las clases de las 16:00 y 18:30 estaban dictadas por diferentes profesores.

tohei yamada
De izquierda a derecha: K. Asai (adolescente), Y. Yamada, N. Tamura, A. Nocquet (atrás), K. Tohei, M. Noro y Y. Kobayashi.

Koichi Tohei era un ídolo para muchos practicantes, que se impresionaban con su carácter y con sus habilidades técnicas. Muchos uchi-deshi lamentaban que cada vez se involucrara más con el manejo de la escuela en Hawai y que, raramente, fuera a Tokyo. Con el tiempo, el grupo de estudiantes fue creciendo; se incorporaron Yasuo Kobayashi, Kazuo Chiba, Mitsunari Kanai y Seichi Sugano, quienes junto con Yoshimitsu Yamada formaron un grupo de amigos muy unido.

A pesar de lo involucrados que estaban en el entrenamiento y la vida del dojo, cada uno secretamente soñaba con dejar Japón, que después de la ocupación estadounidense se había abierto al mundo. Yoshimitsu Yamada, como delegado de Hombu Dojo, enseñó Aikido en bases militares norteamericanas. Perfeccionó sus conocimientos de inglés y conoció la cultura y tradiciones que lo fascinaron. Quería ir a Estados Unidos.

A principios de los años sesenta se presentó una oportunidad. El pretexto fue la iniciativa de un grupo norteamericano de entusiastas interesados en Aikido. Eddie Hagihara, de Nueva York, a quien Yoshimitsu conoció personalmente en Japón, se contactó con Hombu Dojo. En 1964 le pidieron a la Sede Central de Hombu que hicieran una exhibición de Aikido en la Feria Internacional de Nueva York. Al principio, el dojo fue representado por Koichi Tohei, pero debido a una lesión hubo que cambiar los planes y se lo envió a Yoshimitsu Yamada. Aprovechando la oportunidad, se encontró con sus amigos norteamericanos y aceptó ocuparse de la Escuela de Aikido de Nueva York. Sin embargo, su destino podría haber sido totalmente distinto ya que, por ese tiempo, Tadashi Abe había estado en Francia y Yoshimitsu aspiraba a sucederlo. No obstante, su amigo y senpai Nobuyoshi Tamura le ganó, y Yoshimitsu Yamada fue delegado a la Costa Este de Estados Unidos. Eligió Nueva York como sede central.

Yamada NY
New York Aikikai en sus comienzos.

Los comienzos son siempre difíciles, pero lo que el joven profesor de Aikido tuvo que enfrentar en Nueva York requería de un enorme compromiso personal, paciencia y esfuerzo. El grupo de Nueva York no estaba bien organizado, nadie tenía experiencia en el manejo de una escuela de Aikido y Yoshimitsu tuvo que hacer todo desde cero, desde los asuntos de organización a la enseñanza de las técnicas.

La falta de medios económicos no facilitó la situación y, junto con el primer uchi-deshi de Nueva York, Ángel Tineo-Álvarez, vivían y dormían en el vestuario, pues alquilar un departamento era solo posible como un sueño. Todo el dinero iba al mantenimiento de la escuela y las perspectivas no eran prometedoras.

El Aikido no era muy conocido en la Costa Este de EEUU, y la posibilidad de promocionar este arte marcial usando los métodos tradicionales era muy limitada. Anunciar en los medios de comunicación resultaba muy costoso. El único modo de presentarse era a través de exhibiciones públicas. Afortunadamente, gracias a la amabilidad de otras escuelas de artes marciales, abundaban las posibilidades de presentaciones de ese tipo como, por ejemplo, durante los campeonatos de karate. De ahí que muchos alumnos provinieran de dojos de otras artes marciales y que buscaran probarse en nuevos terrenos. Estos primeros años fueron un desafío importante para Yoshimitsu, si bien estaba fuertemente apoyado por sus alumnos, quienes se involucraban en los asuntos del dojo. Durante los años ‘60 hubo un promedio de aproximadamente 50 personas entrenando en el dojo.

El instructor principal de NY Aikikai no tuvo mucha suerte. La visa de intercambio cultural que tenía no le garantizaba una estadía larga en EE.UU. y eso amenazaba para ser deportado a Japón. Con el nacimiento de sus hijos surgieron nuevos problemas. Los dos nacidos en EE.UU. obtuvieron la ciudadanía y podían quedarse. Yoshimitsu, su esposa y la hija mayor de ambos, nacidos en Japón, no podían permanecer en el país. Para intentar proteger a su familia de la ley de inmigración debieron tomar una difícil decisión: su esposa volvería a su país natal con los hijos. Esta separación de su familia cercana, en esa época, es algo que Yamada Sensei lamenta hasta el día de hoy.

Lentamente, el Aikido se fue haciendo atractivo para la gente de Nueva York y de toda la Costa Este. Esto fue, principalmente, debido al increíble compromiso asumido por Yamada Sensei. Viajaba tanto –Boston, sur de Nueva Jersey, Pensilvania, Canadá– que sus alumnos empezaron a quejarse de que no estaba nunca en Nueva York. Sin embargo, como él era la única persona con la experiencia correcta, tenía que ocuparse de todo. Las acciones de Yoshimitsu Yamada fueron deliberadas: trabajar en los cimientos tuvo como resultado la formación de muchos grandes profesores que, hasta el día de hoy, sostienen sus propias escuelas.

Y Yamada M Kanai K Chiba
Yamada sensei, Kanai sensei y Chiba sensei.

Yoshimitsu Yamada pasó en Hombu Dojo alrededor de siete años. Desde aquel tiempo, el conjunto de técnicas que se enseñan ha cambiado mucho, y el Aikido, en sí, es ligeramente distinto del arte marcial que los primeros uchi-deshi de Morihei Ueshiba aprendieron. A pesar de esta evolución, Yamada Sensei intenta transmitir las cosas que aprendió durante ese tiempo. De enseñanza ortodoxa, transmite las técnicas básicas, que intenta no modificar. Cree que es necesaria una base sólida para un desarrollo apropiado. Es un entusiasta de la práctca intensa como medio de desarrollo, tanto físico como espiritual. No se opone a la práctica dura, conforme al espíritu del budo, pero no justifica que haya brutalidad o estupidez en el tatami. Aún viaja intensivamente y visita casi todos los continentes. Es el presidente de la Federación Americana de Aikido y de Aikido Sansuikai International, asociación que nuclea a varios países latinoamericanos y países de otros continentes. Es autor de numerosos libros y DVD sobre Aikido. Cuando se le pregunta qué cosas lo hacen sentir más orgulloso, Sensei Yamada afirma que su propio dojo es una de ellas, a lo que suma el hecho de haber contribuido al desarrollo del Aikido en el mundo y de haber ayudado a tanta gente a convertirse en excelentes profesores.

Yamada

(Adaptación de la biografía elaborada por Peter Burnos y Marta Sobolska)
Les recomendamos que vean la galería de fotos de Yamada sensei en http://www.aikido-yamada.eu/index.php/gallery/sensei/ de donde extrajimos algunas tomas.

Un comentario en “Yamada Yoshimitsu

  1. De Samurai Spain Sensei para:
    Estimado Yoshimitsu Yamada Sensei.:
    Aprovecho éste momento para felicitarte las fiestas 2012 desde mi refugio en el bosque, en el cual te espero cuando quieras descansar para tomar ese té.
    Un abrazo siempre.
    Samurai Spain Sensei

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