Aire, energía cósmica

Por Cristian Casares

¿Cuál es esa tranquila e inadvertida materia que invisiblemente nos envuelve, nos da vida y, como dicen los libros de economía, recibe la terminología de «recurso ilimitado y libre»? Será fácil acertar la anterior pregunta dando una releída al título de este articulo: “aire, energía cósmica”. Ahora, una pregunta más relevante, ¿qué tanto esto nos sirve para nuestra practica? Eso vamos a tratar de ir descubriendo tanto en este escrito como en nuestro Do, ya que no poseo todas las respuestas. Espero poder dar aquí una vaga idea de mis impresiones.

Relación directa
Desde el comienzo de nuestra práctica apreciamos que la respiración es algo importante. Podemos verla al final de la clase o en explicaciones con técnicas. En cualquiera de estos principales casos -no son los únicos-, la razón es la misma: establecer un ritmo acompasado, equilibrar mi postura, desarrollar un buen balance entre los pesos que se mueven de una de mis caderas a la otra, etc. Todo en relación a la unión con el otro y para poder escucharme a mí mismo.
Creo que estos dos puntos son importantes: unirme al otro -mediante la respiración, claro está- y escucharme a mí mismo -repito, con la respiración-.

Bolsa de poder
El diafragma básicamente separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal. Este es el principal músculo que interviene en la respiración y se encuentra situado entre los pulmones y el estómago.
Cuando el diafragma se contrae, se aplana y se mueve hacia abajo, la cavidad torácica se expande y el aire entra en los pulmones a través de la tráquea. Cuando el diafragma se relaja, adopta su posición normal, entonces los pulmones se contraen y el aire se expele. Además, al contraerse, ejerce presión sobre el abdomen, de esta manera, ayuda al tránsito gastrointestinal. Por otro lado, es uno de los músculos más importantes para una correcta ejecución del canto y de los instrumentos de viento, como comentaremos más adelante.

Respiración Diafragmática
Esta respiración que nos reenseñan a hacer en clase está basada, como su nombre lo indica, en el diafragma (Remarco la palabra “reenseñaron”, ya que naturalmente los bebés lo hacen y, en algún momento de su desarrollo, se pierde).
La respiración consta en inspiraciones profundas estacionándose en el diafragma, con la idea de llevar el aire al Hara (punto situado tres dedos debajo del ombligo), ahí se «expande» o, mejor dicho, se aplasta mediante el diafragma tratando de que el aire baje a dicho punto y vuelva a salir por la nariz. En este proceso -como siempre me insistió mi Sensei- se mantiene adentro un 20% del aire y, por lo tanto, no se exhala todo.
«Nunca estás totalmente relajado» me decía. Dejando esta porción en constante renovación, de alguna manera, estoy atento a mi entorno y tengo mis sentidos activos. No estoy esperando una acción para reaccionar, sino que estoy en constante contacto con mi medio ambiente y puedo tocar el todo. Esta sería la idea. Recordemos que los japoneses consideran el Hara como el lugar donde se encuentra el alma, de eso deriva el Hara-kiri o Seppuku (practicas en las que el individuo en cuestión se abría el estomago para demostrar lo limpia que estaba su alma).

La respiración diafragmática es practicada comúnmente en las clases de aikido por medio de la respiración de cuatro tiempos, espero poder explicar correctamente, desde mi punto de vista la realización de la misma.

1er Tiempo: Se inspira hondo y lento.
2do Tiempo: Bajamos el aire desde arriba, es decir, desde el tórax al Hara, empujando con el diafragma lo más que se pueda a la panza. Está permitido hacer fuerza con los músculos intestinales, no así con los abdominales, estos nos van a complicar su ejecución.
3er Tiempo: Subimos el aire a los pulmones, mientras que abrimos los brazos para expandir mejor la caja torácica. Este punto es muy importante realizarlo correctamente. Sin soltar el aire lo subimos a los pulmones, en este trayecto puede pasar que el aire suba a la cabeza y la persona sufra un especie de desmayo o le baje la presión. Demás está decir que no en todos los casos o personas puede variar. No obstante, es más posible que nos pase después de una clase intensa en la que todavía no normalizamos nuestro ritmo respiratorio.
4to Tiempo: Soltamos muy despacio el aire. Tan despacio tiene que ni se tiene que escuchar. A la vez que «expando» en la panza.

Se repetirá el proceso cuantas veces sea necesario para estabilizar el ritmo respiratorio.

Respiración en acción
En la practica, al término de una técnica y al comienzo de la otra, mantengo un ritmo respiratorio que debe ser uniforme. Esto me ayuda a pasar la clase sin sobresaltos o detenciones. Al momento de terminar la técnica que sea, debemos soltar el aire (recordando guardar el 20%), así de esta manera nos concientizamos y le damos forma a la energía que queremos transmitir. Esto, principalmente, hay que creerlo, para que de a poco lo vayamos desarrollando; si no lo creemos, va a ser imposible visualizarlo y más tarde aplicarlo, por lo que me parece muy útil -por lo menos a mí me sirvió- imaginárselo o directamente creerlo. Entonces, bajo el aire al Hara y “expando”, que sería como sentir la expansión de la estela de una bomba -si la imaginación nos ayuda- en el estómago. Esa va a ser nuestra base, nuestro peso total. Después de esto, poco más nos quedaría para el otro objetivo que es trasladárselo a los demás mediante las técnicas, por eso, es tan importante la respiración correcta en nuestra práctica. Insisto en que todo esto sigue siendo parte de mi camino y de mi búsqueda.

Del Kiai a las clases de canto
Desde otros aspectos que no tocan a la disciplina, llegué a la respiración y al uso del diafragma. En el canto podemos, con el tiempo y la atención adecuada, darnos cuenta quién esta usándolo o quién está de a poco desgastando su garganta en cada nota. Es recomendable para un cantor, cualquiera sea su estilo, que cante apoyándose en el diafragma, dejando la garganta solo para que pase el aire.
Rápidamente, se nota la fuerza que tiene el canto con el diafragma a comparación del de la garganta, es así que, bien entrenado, se puede alcanzar la potencia de un cantante lírico.
Propongo, a modo de experimento, que intentemos cantar algo y nos toquemos la garganta para notar como vibra. Ahora, en el caso de que estemos usando el diafragma, vamos a poder sentir la vibración en el pecho, dejando solo una leve vibración en la garganta. Con este concepto en mente deberíamos estar cuando realizamos el Kiai, para evitar quedarnos afónicos al término de la clase.
Como bien dijo el Sensei Tissier, cada Kiai es único, el sonido que adopta es totalmente personal, por lo tanto, no hay dos «Kiais» iguales. Tendríamos que intentar sacar nuestro Kiai bien desde “abajo” (apoyándonos en el diafragma), desde adentro de uno para que sea realmente particular, sin forzar la garganta, esta es solo un puente donde sale el aire, la potencia se centra en el Hara.

Conclusión
Esperamos que podamos seguir practicando la respiración y que podamos darle la importancia que realmente tiene. El camino que elige cada uno es personal, solo espero que haya podido serle útil a alguien que quizás tenga las mismas dudas que yo, pero en este momento se encuentra un poco más atrás del empedrado.
Sigamos practicando.

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