Entrevista a Tokimune Takeda. Parte 2

Pequeños Universos se complace en presentar la segunda parte de una compilación de entrevistas realizadas por Stanley Pranin a Tokimune Takeda entre 1985 y 1987 en Abashiri, Hokkaido y Tokio.
Este trabajo de traducción y publicación está oficialmente autorizado y forma parte de nuestra continua colaboración con Aikido Journal.


Para leer la primer parte de estas entrevistas, haz click aquí: Entrevista a Tokimune Takeda. Parte 1


Por Stanley Pranin
Traducido al español por Ma. Teresa Vidaurre

¿En el Daito-ryu hay muchas técnicas en las que uno ataque primero?

Sí, por supuesto. Por ejemplo, la policía aprendió Jujutsu como un sistema de técnicas de arresto, así que debe ser activo. Ellos atacan primero, no es defensa personal. Como he mencionado, la espada es go no sen–cuando el oponente ataca, bloqueas o evades su ataque y luego lo cortas. Go no sen no funciona cuando un policía arresta a un criminal. Debe atacar para atrapar a un delincuente que huye, y luego debe atarlo con una cuerda o esposarlo. El policía debe iniciar el ataque porque no puede pedirle al delincuente que lo agarre a él primero. Debe empezar con un ataque y controlar al oponente con kiai.

Aiki se aplica en la defensa personal cuando el oponente ataca primero, y usamos el término para referirnos a la defensa personal en líneas generales. Estos dos términos no se deben confundir. Por ende, los policías no usan la palabra aiki. Ellos usan Jujutsu. Combaten con kiai, usando un ataque sen sen. Atacar es kiai. Aiki, por el contrario, es go no sen. A los policías se les permite atacar primero. Por eso la policía estudió Daito-ryu, aunque hoy en día usa una mezcla de Judo, Kendo, Aikido y otras artes, que comúnmente se denomina taihojutsu o técnicas de arresto.

¿Podría contarnos algo acerca de los seminarios que Sokaku dirigió tras comenzar su carrera en la enseñanza?

Enseñaba por períodos de diez días consecutivos, es decir, un curso duraba diez días. No era posible difundir el arte de manera sistemática porque, desafortunadamente, Sokaku dedicaba su tiempo a viajar para enseñar y nunca estableció ningún dojo filial. Sokaku Takeda no era ese tipo de persona; en aquel entonces solo le interesaba la enseñanza. Los estudiantes tenían que firmar sus nombres en un libro de inscripción cada vez que participaban en un curso. Jamás permitió que el Daito-ryu se enseñara a personas que no fueran sus estudiantes.

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Retrato de Sokaku Takeda restaurado y colorizado.

Hay un relato famoso sobre el encuentro de Sokaku a principios de su carrera en la enseñanza con un extranjero llamado Charles Parry, quien enseñó inglés en Japón durante el período Meiji. Creo que el nombre de este hombre aparece en uno de los libros de inscripción.

Correcto. En aquel entonces, Sokaku enseñaba en la Segunda División de la Armada en Sendai y el Sr. Parry había venido a enseñar inglés en la Escuela Secundaria Superior de Sendai. Un extranjero que vino a Japón junto al Sr. Parry también estudió con Sokaku Takeda. Mi padre sabía decir palabras como “shoulder” (hombro). También decía “pin” (controlar) para referirse a “osae”. ¡Así que sabía un poquito de inglés!

¿Cuándo Morihei Ueshiba, el fundador del Aikido, conoció por primera vez a Sokaku?

En 1915, según entiendo, se conocieron en la posada Hisada en Engaru, al norte de Hokkaido. Al parecer, el Sr. Ueshiba vino a Hokkaido a cultivar la tierra cuando estaba en sus treinta. Reunió a los segundos y terceros hijos de varias familias–no los primogénitos–y se asentaron en Hokkaido. Aún era joven, así que me imagino que debió haber sido muy difícil para él.

El Sr. Ueshiba estudió Daito-ryu con mi padre desde 1915 hasta 1919 inclusive, alrededor de cinco años. Entrenó extensamente y con entusiasmo. Era el estudiante favorito de Sokaku. Sin embargo, yo era el estudiante al que Sokaku regañaba con mayor frecuencia. Después de mí, al que más regañaba era a Morihei Ueshiba. Como yo era el hijo de Sokaku, no me molestaba tanto que me regañara, pero me imagino que al Sr. Ueshiba le debió haber afectado gravemente por no ser miembro de la familia.

[Revisa libros de contabilidad] El Sr. Ueshiba realmente practicó bastante. Esta fue la primera vez, aquí está la segunda y esta fue la tercera. Aquí están la cuarta, quinta, sexta, séptima vez… Aquí está el octavo seminario, donde el Sr. Ueshiba participó como asistente de Sokaku. En conjunto, como estudiante practicó un total de setenta días. Aquí hay una inscripción más, una novena vez.

Esto es muy diferente a los primeros testimonios sobre la conexión entre Morihei Ueshiba y Sokaku Takeda, ¿verdad?

Sí. El Sr. Ueshiba también acompañó a Sokaku un montón. Viajar con Sokaku era mucho más significativo que simplemente estudiar con él durante las sesiones de práctica habituales. Además, el Sr. Ueshiba también enseñó como asistente de Sokaku.

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Un jóven Ueshiba Morihei.

Así que Ueshiba Sensei aparece como asistente de Sokaku Sensei a partir de ese octavo seminario…

Correcto. Desde ese momento comenzó a acompañarlo. Como Sokaku iba a varios lugares a instruir a policías, jueces y ese tipo de personas, probablemente el Sr. Ueshiba haya pensado que el arte era maravilloso y que si lograba dominarlo, ya no tendría que continuar labrando la tierra. Era muy devoto al Daito-ryu y también era muy conversador. Cuando Sokaku fue a instruir a un grupo de jueces y procuradores fiscales en Hakodate, el Sr. Ueshiba resultó ser su acompañante y lo asistió en la enseñanza. En aquel entonces, estaba en sus treinta y era capaz de instruir a jueces siendo así de joven. Usualmente, en aquellos tiempos era muy difícil alcanzar esa posición. La policía no contrataba a ningún instructor a menos que fuera descendiente de una familia de samuráis. Procedían con bastante formalidad. Así que era genial poder enseñar a los jueces siendo así de joven. Morihei Ueshiba era una persona espléndida incluso a una edad tan temprana.

¿Ueshiba Sensei se convirtió en instructor certificado de Daito-ryu en aquel entonces?

De hecho, fue mucho más tarde. Regresó a Honshu [la más grande de las cuatro islas principales de Japón] antes de recibir el certificado. Justo aquí está registrado que recibió su certificación en Ayabe. Si mal no recuerdo, mi madre y yo fuimos a Ayabe, cerca de Kioto, cuando yo tenía seis años. Por un largo tiempo nos quedamos en la casa del Sr. Ueshiba, conocida como Ueshiba Juku (Academia Ueshiba). Solía ver el entrenamiento aunque era muy pequeño. En aquella época había cuarenta estudiantes.

Ajá, aquí está… Este es el registro de nuestra estadía allí. Estuvimos ahí alrededor de cinco o seis meses. Aquí dice que los estudiantes del dojo Ueshiba Juku fueron instruidos en Daito-ryu Jujutsu bajo la tutela de Sokaku Takeda Sensei. Muchos de los estudiantes eran creyentes Omoto.

Aquí, por ejemplo, está Masaharu Taniguchi de Seicho no Ie.[14] Asimismo, el vicealmirante Seikyo Asano estudió Daito-ryu. Estos tipos de personas también aprendieron el arte. Mira, aquí está su nombre: “Morihei Ueshiba”. Está escrito claramente que el entrenamiento se llevó a cabo del 28 de abril al 15 de septiembre de 1922, bastante tiempo. En ese entonces, el Sr. Ueshiba también enseñaba como instructor asistente. A Sokaku no le gustaba mucho la religión Omoto, así que [sarcásticamente] se refería a la casa como la “villa” de Morihei Ueshiba.

¿Así que Sokaku enseñó todos los días desde el 28 de abril hasta el 15 de septiembre?

Correcto. Enseñó junto a Ueshiba. Este es el certificado de kyoju dairi (instructor asistente) de Morihei Ueshiba Sensei. Está escrito con su puño y letra, y dice:

  1. Al aceptar estudiantes para la instrucción en Daito-ryu Aikijujutsu, tener cuidado de escoger a personas de buena conducta.
  2. Al instruir estudiantes, hacer que escriban su dirección, nombre, edad, ubicación de su dojo y los términos de su instrucción en un libro de inscripción y hacer que estampen su sello a modo de autenticación.
  3. Al instruir estudiantes, se debería hacer un pago inicial de tres yenes a Takeda Dai-Sensei como cuota de inscripción.

15 de septiembre de 1922

Todo el mundo escribía las mismas palabras al recibir su certificado de instructor asistente. Es igual al proceso de establecer lo que hoy en día llamamos dojos filiales. El Sr. Ueshiba practicó un montón, más que nadie.

Certificado de enseñanza de Daito-ryu de Morihei Ueshiba, otorgado en septiembre de 1922
Certificado de enseñanza de Daito-ryu de Morihei Ueshiba, otorgado en septiembre de 1922

¿Sokaku fue a Ayabe por invitación de Ueshiba Sensei?

De hecho, había varias personas de la armada entrenando en el dojo del Sr. Ueshiba. Todos los miembros de la armada tenían experiencia como luchadores de Sumo y eran bastante fuertes. Como a Ueshiba se le habría dificultado manejar a tales individuos, le pidió a Sokaku Takeda Sensei que viniera. Aquellos hombres eran enormes, mientras que el Sr. Ueshiba era más pequeño que yo. Me imagino que no era capaz de inmovilizarlos porque no estaba usando técnicas precisas. Después de todo, sería difícil usando solamente aiki.

¿Podría decirnos algo acerca de la relación entre su padre y Morihei Ueshiba después de la estadía de Sokaku en Ayabe en 1922?

Como Ueshiba Sensei era uno de los mejores pupilos de Sokaku Takeda y estudió bajo su tutela por un largo período de tiempo, yo siempre solía visitarlo de primero cuando iba a Tokio, aunque no he vuelto a estar ahí desde su muerte. Supongo que Sokaku Takeda quería a Morihei Ueshiba más que a cualquiera de sus otros estudiantes. Sokaku se preocupó terriblemente cuando arrestaron a Ueshiba en Osaka.[15] Nos pidió a Yukiyoshi Sagawa y a mí que fuéramos a ver cómo le estaba yendo. Durante ese tiempo, Ueshiba estuvo bajo arresto domiciliario en Tanabe. Sokaku sintió un alivio cuando supo que Ueshiba se encontraba bien. Siempre se preocupaba por Morihei. Sokaku confiaba muchísimo en él y recurría a él siempre que tenía algún problema. Ueshiba era un estudiante diligente.

Tokimune as police officer in late 1940
Tokimune como oficial de policía a finales de 1940

Sokaku es conocido por haber instruido a miles de oficiales de policía. ¿Podría hablar sobre este aspecto de su carrera en la enseñanza?

Sokaku Takeda enseñó durante mucho tiempo e instruyó a alrededor de treinta mil individuos. Sus estudiantes eran principalmente policías y él era verdaderamente excepcional considerando que entre ellos había muchos expertos en Judo y Kendo. Sokaku era una persona estricta y su manera de enseñar el arte de la espada también era severa. Todos eran impotentes ante él. Así que, aunque Sokaku permitía que su compañero usara protección facial mientras demostraba algo con la espada, él jamás lo hizo.

A los periodistas que lo visitaron nunca les mostró ninguna técnica. Era muy estricto con el arte porque se aplicaba en las tácticas policiales. Los policías eran los más fuertes en Judo, Kendo y todo lo demás, ya que este tipo de cuestiones era de su interés por motivos laborales.

El personal de cada departamento de policía usualmente se compone de un máximo aproximado de cien personas. Una vez al mes llevan a cabo una reunión informativa, en la cual se reúnen muchos oficiales de policía de las subestaciones más pequeñas. En tales ocasiones era cuando invitaban a Sokaku a enseñar. Enseñaba directamente a una enorme cantidad de personas.

Recuerdo un incidente en Urawa, en la prefectura de Saitama, cuando Sokaku Takeda estaba dando clases ahí. Un día el Sr. Shuzo Shibuya le pidió a Sokaku que lo acompañara a un restaurante. Mi padre me pidió que fuera yo en su lugar porque él tenía un resfriado y quería quedarse en la cama. Así que fui sin tener idea de lo que iba a suceder. Ahí conocí a un instructor de policía que me preguntó cuándo Sokaku Takeda Sensei había recibido su certificado de hanshi.[16] Cuando respondí que no tenía uno, el hombre entonces preguntó cuándo le había sido otorgado el rango de kyoshi. Le dije que él tampoco tenía un certificado de kyoshi. Entonces preguntó por el rango de renshi. De nuevo mi respuesta fue negativa. Cuando finalmente preguntó si tenía un rango de dan y contesté que no tenía, se enfadó. “¿Dónde cree que estamos? ¡En Urawa tenemos un maestro instructor de Kendo, Takano Hanshi!”

Las artes marciales estaban floreciendo en Urawa y un hombre sin rango de hanshi o kyoshi estaba dando clases ahí. Es más, ¡Sokaku Takeda ni siquiera tenía un rango de kyu!

El Sr. Shibuya lucía tan amenazante que me encontré temblando. Si lo piensas, era natural que se hubiese enfadado tanto. Sokaku estaba enseñando el arte de la espada en la zona donde Takano Sensei vivía y estaba instruyendo a la policía. Entonces, el Sr. Shibuya me preguntó qué tipo de cosas practicábamos en Daito-ryu y procedió a estrangularme. Yo inmediatamente lo estrangulé a él con una sola mano. ¡Eso acabó con todo! Se disculpó de rodillas. Enseguida, cambió de actitud por completo y dijo que hablaría con el jefe de policía al día siguiente.

Sokaku adiestró a la policía de Urawa cuando estaba por cumplir ochenta años. Los expertos en budo también quedaron atónitos. Sokaku seleccionó a uno de los policías e inmovilizó su mano derecha con su mano izquierda. El hombre ya no se podía mover. Sokaku hizo que el hombre hiciera una reverencia a las personas ahí presentes y dijo: “Bien, ¡ahora salude a estos caballeros!” Con una sola mano Sokaku era capaz de hacer que todos esos expertos en Judo y Kendo se inclinaran. Finalmente, les dijo: “¿Ahora ya entienden?”

Al parecer, el hombre al que seleccionó de primero era sexto dan e instructor de Judo en la escuela de policía. Sokaku solía decir: “Cuando salgas a enseñar, deberías escoger al hombre más fuerte. Cuando apliques tus técnicas a la persona más fuerte, todos quedarán convencidos y querrán estudiar contigo”. ¿Pero cómo se puede saber quién es el más fuerte entre doscientos candidatos? Él simplemente echaba un vistazo y seleccionaba a los individuos correctos una y otra vez. ¡Eso es aiki!

Debe haber muchas historias sobre las experiencias de Sokaku en la enseñanza de Daito-ryu a la policía, ¿no?

Sí, durante un seminario de policía en particular Sokaku hizo algo muy enigmático. Señaló a varios individuos entre los muchos policías presentes y les dijo que se fueran. Entonces, adiestró al resto. Cuando el curso finalizó, el jefe de policía le preguntó por qué había solicitado que esos tres o cuatro oficiales en particular se fueran antes de iniciar la práctica. Sokaku lo miró en silencio y entonces le dijo: “¿No sabe por qué? Uno de ellos es un bebedor empedernido y le ha estado causando problemas, ¿no? ¿Cómo voy a instruir a una persona como esa? Uno de los otros es un mujeriego, ¿verdad? Por eso no le quise enseñar nada. El otro lo ha estado desobedeciendo y usted ha estado teniendo dificultades para manejarlo, ¿cierto? ¡No puedo enseñarle nada a ese tipo de gente!”

Sokaku estaba conociendo a todas esas personas por primera vez, así que el jefe de policía se sorprendió bastante. La gente seguía a Sokaku porque hacía ese tipo de cosas. Una de las habilidades más importantes de un juez es ser capaz de juzgar a las personas, y Sokaku era capaz de eso. Es imposible imitarlo. Comencé a entender la importancia de juzgar el carácter de las personas cuando me convertí en detective. Leemos el carácter de las personas en sus rostros. Por supuesto que también prestamos atención a sus acciones, pero la capacidad de leer rostros es esencial. Aunque he leído libros al respecto, no es fácil dominar esa habilidad. Yo sería incapaz de ordenarle a una persona que se vaya la primera vez que la conozco.

Hubo otro incidente sorprendente relacionado con la policía. Una vez, cuando mi padre fue a Osaka, me dijo: “Ordena a las personas por rango mediante aiki”. No sabía a qué se refería con eso, así que le pregunté a alguien en el dojo. Un hombre me contó cuán sorprendido había quedado cuando Sokaku identificó los rangos de unas personas que estaba conociendo por primera vez y las sentó en orden de acuerdo a sus cargos, del más superior al más inferior. El hombre pensó que solo una persona extraordinaria podía hacer eso y comenzó a estudiar bajo la tutela de Sokaku con toda seriedad.

Estas anécdotas son fascinantes y nos ofrecen una mirada real del carácter de Sokaku.

Otra historia similar tuvo lugar en una posada en Sendai. Una mujer, que rondaba los cuarenta, se estaba hospedando allí y yo estaba conversando con ella y otros huéspedes ahí presentes. Ella afirmaba ser la hija de un samurái y decía que dominaba la naginata y la ceremonia del té, y ese tipo de cuestiones. Estábamos impresionados y la escuchábamos atentamente.

De repente, mi padre, que estaba en la planta superior, bajó corriendo hacia nosotros haciendo un escándalo. Sokaku, que tenía dificultades para escuchar, nos había oído desde la segunda planta y vino corriendo. Este incidente incluso me sorprendió a mí. ¿Cómo pudo escucharnos si tenía dificultades auditivas? No estábamos conversando en voz alta para nada y él estaba arriba.

Se sentó justo entre la mujer y yo, la señaló y dijo: “¡Esta mujer está demente! No debes estar con ella. ¡Ven conmigo!” Se levantó y regresó a la segunda planta. ¿Cómo iba a levantarme y seguirlo? Habíamos estado hablando seriamente. Normalmente, Sokaku no hacía ningún ruido cuando caminaba, pero en esta ocasión, se abalanzó por las escaleras estrepitosamente. ¡Yo estaba en serios problemas!

Le pedí disculpas a la mujer y expliqué que mi padre era un señor mayor de casi ochenta años que a menudo hacía cosas extrañas. Sin embargo, la mujer y los otros huéspedes no me hicieron caso. Me pareció que la situación se había salido de las manos y me disculpé con ella sinceramente. Entonces, subí las escaleras. En el instante que toqué la puerta, escuché a mi padre gritar con una voz estruendosa: “¿Es que no entiendes que no debes asociarte con esa loca?” Estaba verdaderamente furioso y dijo: “Puedo leer las mentes de las personas normales. Pero los pensamientos de los locos ocurren de manera arbitraria y no puedo leer sus mentes. ¿Por qué estás pasando tiempo con una mujer como esa?”

No sabía qué hacer. Aunque le dijera que la mujer no estaba demente, él no me escucharía y me llamaría tonto, insistiendo en que sí estaba demente. Entonces, un par de días más tarde el dueño de la posada me dijo que el esposo de la mujer había venido a buscarla. Lo conocí y le conté lo que había sucedido. Me miró en silencio y luego me preguntó cuántos años tenía mi padre. Cuando le respondí que tenía ochenta años, me preguntó si mi padre realmente había llamado demente a su esposa. Se lo confirmé y le pedí perdón.

“Déjeme contarle una historia,” fue su respuesta y comenzó a hablar. Dijo que su esposa había enloquecido tras haber dado a luz. En esta ocasión la estaba buscando porque había desaparecido. Durante la primavera y el otoño ella solía quedarse en una posada o en casa de unos amigos. Él se había enterado de que su esposa había hecho una llamada desde esta posada en específico y vino a recogerla. El hecho de que estaba loca era un secreto para los padres de ambos y para su hijo. Era un secreto guardado solo entre ellos dos como marido y mujer. Por eso me preguntó tantas veces si mi padre había dicho que ella estaba demente. Quería saber qué había hecho mi padre. Mi padre había sido capaz de ver la verdad.

Hay otro cuento parecido. Una vez en Osaka, nos estábamos quedando con una persona llamada Yoshizo Hasegawa. Él vivía en una casa de dos plantas y trabajaba como agente comercial. En aquella época, la gente solía llamar a sus empleados bonsan y así fue como el dueño nos presentó a un señor de sesenta años. Yo estaba hablando con ese señor de varias cosas. Entonces, Sokaku de pronto bajó las escaleras corriendo. Usualmente, él no hacia ruido, pero una vez más, hizo un gran escándalo. Miró al hombre.

Entonces, dijo: “Este hombre es un sacerdote budista. ¿Por qué está aquí?” Aunque el dueño explicó que el hombre era tan solo un empleado que había contratado recientemente, Sokaku lo examinó silenciosamente y dijo: “Ah, sí. Puedo ver en su cara que se ha metido en problemas por una mujer. Debió haber perdido la cabeza por una mujer. De lo contrario, podría haber mantenido su posición de sacerdote budista de alto rango. Era un sacerdote de buena familia”.

El bonsan no dijo ni una palabra. Entonces, después de haber dicho lo suyo, Sokaku regresó a la planta superior. Esta vez no me ordenó que lo siguiera. El bonsan me preguntó si mi padre era adivino. “No, practica artes marciales. Está muy mayor. Por favor, perdónelo”, le contesté.

“¡Jamás en la vida había estado tan sorprendido!”, exclamó el hombre. “Se suponía que me convertiría en la cabeza de un templo, cuyo nombre no puedo mencionar porque es vergonzoso. Sin embargo, terminé así por una mujer. ¿Cómo lo supo él?”

Luego de un par de días, el hombre renunció a su trabajo y se fue de la casa diciendo que estaba aterrado. Sokaku debió haberse guardado su observación para sí mismo, pero la expresó. Más tarde escuché que el hombre era un sacerdote de alto nivel. Nunca pude imitar lo que hacía Sokaku. Era verdaderamente genial en este sentido. Él entendía a las personas en el instante que las veía. Podía ver el pasado, el presente, e incluso, el futuro.

Parece que Sokaku tenía un asombroso poder de percepción, ¿no?

Sí. Te contaré otra anécdota. Como Sokaku Takeda era un hombre de budo, era muy suspicaz. Nunca comía nada que le ofrecieran otros estudiantes que no fueran los suyos. Aceptaba comer algo solo si veía que tú lo comías primero en su presencia y luego le ofrecías, pero de lo contrario, era muy cauteloso. Supongo que este tipo de comportamiento era de esperarse de un hombre como él. Estaba totalmente alerta en todo momento.

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Takano Sasaburo (1862-1950)

Su prudencia una vez me causó un montón de problemas. Como ya sabes, había un famoso instructor de espada llamado Sasaburo Takano. En una ocasión, mi padre y yo junto a Shuzo Shibuya visitamos a este sensei. La sobrina del Sr. Shibuya estaba casada con Shigeyoshi Takano, un hijo adoptivo de Takano Sensei, por eso Shibuya nos acompañó. Takano Sensei era una persona un tanto extraña. Tenía lanzas y naginatas en exhibición en las vigas de la entrada de su casa. En la habitación trasera había una piel de tigre gruesa. Takano Sensei era una persona muy amable y hablaba en voz baja, mientras que Sokaku Takeda siempre hablaba en voz alta como si estuviera riñendo. A donde sea que fuera hablaba a todo volumen. Solía decirme que hablaba en voz alta para que la gente lo entendiera. Como era un samurái, mantenía el hábito de hablar a todo pulmón cuando se presentaba–como un guerrero tradicional–.

En todo caso, estábamos hablando con Takano Sensei y nos sirvieron unos dulces. Me comí los míos, pero mi padre no. Entonces, Takano Sensei los envolvió y levantó la mirada para entregárselos a Sokaku que estaba sentado frente a él, pero ahí ya no había nadie. Para cuando Takano Sensei había envuelto los dos dulces restantes, Sokaku había desaparecido. Yo estaba ahí con él y puedo decir que desapareció como por arte de magia.

Como me gustaba el Kenjutsu, había estado observando cada movimiento de Takano Sensei, que era un maestro de la espada. Durante ese instante fue cuando Sokaku desapareció. Mi padre estaba sentado a mi lado, en frente de Takano Sensei. Cuando Takano Sensei me preguntó a dónde había ido Sokaku, le respondí que pensé que había ido a la parte trasera de la casa a saludar a su esposa. Así que Takano Sensei fue a buscarlo en la habitación trasera, pero tardó un rato en volver. Cuando regresó, tenía una expresión extraña en su rostro y dijo: “Bueno, tampoco lo encontré ahí. ¿Dónde rayos se ha metido Takeda Sensei?” Como no podíamos buscarlo eternamente, decidí irme a casa. Cuando íbamos a salir de la habitación, Takano Sensei me hizo señas para que fuera delante de él, ya que yo era el hijo de su superior, Sokaku. Salimos de la habitación y cuando llegamos a la entrada vimos a Sokaku afuera. Takano Sensei dijo: “¡Ahí está! ¡Y en semejante lugar!”

Entonces, desde afuera Sokaku abrió la puerta principal y entró. Hacía un momento estaba en la habitación con nosotros, y ahora, de repente, estaba parado en la entrada. Presentamos nuestros respetos a Takano Sensei y nos fuimos a casa. Al llegar a casa, mi padre me regañó severamente. Me dijo: “¿Quién crees que es Takano?” De hecho, yo sabía que era maestro en una escuela normal superior. Las cualificaciones de un maestro de una escuela normal en aquel entonces eran las mismas que las de un director de una escuela secundaria de hoy en día. También era un espadachín excelente. Sokaku me regañó por haber caminado delante de Takano Sensei. Me dijo: “¿Qué habrías hecho si Takano te hubiese agarrado por detrás?”

Yo no podía creer que tal cosa fuera posible. Takano Sensei era un maestro de escuela, así como también un maestro de Kenjutsu, y yo era un joven que rondaba los veinte años. No obstante, cuando dije que era imposible que Takano Sensei hiciera tal cosa, mi padre me volvió a regañar. “¡Hay personas que han sido asesinadas después de haber dicho que tales cosas eran imposibles! ¡Debería darte vergüenza haber permitido que Takano te siguiera! Es natural que un hombre de budo siga órdenes. Caminar delante de alguien es lo mismo que ser asesinado. ¿No lo entiendes? ¡Entonces, regresa a Hokkaido!”

Aparentemente, en los viejos tiempos sí ocurrían situaciones tales como las que él estaba describiendo. Por ejemplo, uno llegaba a una esquina y era atacado súbitamente por hombres empuñando lanzas. Pero yo estaba viviendo en el período Showa [1926-1989]. Jamás contemplé dichas posibilidades. Ser un hombre de budo es muy difícil. Una vez, uno de los primos de mi padre me contó que en la familia había una técnica secreta. “La familia tiene una técnica kabenuke (de atravesar paredes). No lo olvides”, dijo.

Aunque yo no creía que ese tipo de técnicas realmente existiera, cambié de opinión cuando Sokaku desapareció repentinamente de esa manera. Mi padre nunca me dijo a dónde había ido. Takano Sensei era el más sorprendido. Mi padre se esfumó de la habitación que Takano Sensei habitualmente usaba para sus lecturas. Jamás supimos cómo hizo para salir. No abrió la puerta de la habitación. Era una puerta de estilo occidental que había estado cerrada desde el principio. No sabemos cómo salió de la habitación.


Todas las imágenes han sido restauradas y colorizadas por Mario Sapienza.


[14]Seicho no Ie. Una de las denominadas religiones nuevas de Japón establecida por Taniguchi, un antiguo creyente Omoto.

[15]Ueshiba fue detenido por poco tiempo como resultado del segundo incidente Omoto en 1935. Dinamitaron muchos de los edificios pertenecientes a centros Omoto en Kameoka y Ayabe, y arrestaron a numerosos líderes prominentes de la secta.

[16]Rangos de maestría: Hanshi. Instructor de nivel maestro. Kyoshi. Instructor de nivel intermedio. Renshi. Instructor de nivel inferior.

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