Hikitsuchi Michio

Hikitsuchi Michio Sensei nació el 14 julio de 1923 (año 12 de la era Taisho) en Shingu, una pequeña villa situada en la ribera del Pacífico de la prefectura de Wakayama. Huérfano desde muy pequeño, fue criado por su abuela, profesora de Naginata (Alabarda), que para instarlo a concentrarse lo obligaba a practicar el Budo. Es así como a la edad de 9 años comienza estudios de Kendo, Judo, Yari (Lanza), Ba-jutsu (arte de montar a caballo), Shuriken (arte del lanzamiento) y Karate.

Por casualidad, su abuela era amiga del fundador del Aikido, Osensei Morihei Ueshiba (Shingu está cerca de Tanabe, villa donde nació el fundador).

A los catorce años, a través de su abuela, es presentado ante O’sensei Ueshiba Morihei y debuta en la práctica del Aiki-Budo (en esa época la palabra Aikido no era utilizada aún). Su abuela se preocupaba por él y se levantaba a las 4 de la madrugada por esa causa. Para retribuir estos esfuerzos, Hikitsuchi Sensei pensaba que tenía que hacer su entrenamiento seriamente, y es por esto que en cada Budo él daba su máximo de esfuerzo para llegar hasta el final. «Por ejemplo, justo a la edad de 20 años, yo practicaba Karate Goju-ryu y entrenaba mis manos enterrándolas en la arena. Hacía las cosas como un loco. Hubiese golpeado a los demás, pero eso no habría servido de mucho.» Su voluntad de alcanzar lo máximo en cada Budo llevó a Hikitsuchi Sensei a aprender Aikido también profundamente.

«Osensei era de Tanabe, villa de la prefectura de Wakayama. La gente de otras provincias que lo escuchaba hablar no entendía bien lo que decía, pero yo quería asimilarlo todo. Cuando O’sensei venía a Shingu yo grababa cada palabra que él decía.»

Pero la guerra estalló, y lo separó a él, así como a otros también, del fundador del Aikido. En 1941 se va a enseñar Budo para los oficiales del ejército.

Cuando la guerra se acaba, retoma las clases en Shingu. Durante un entrenamiento de Kendo, el teléfono suena: es O’sensei Ueshiba Morihei, que le pide que lo recoja en la estación de trenes de un baño público cercano a Shingu. Hikitsuchi Sensei, muy emocionado, corre en su moto para buscar a su maestro. Es así como se encuentra nuevamente con O’sensei, quien después de toda una noche de discusión sobre Budo le pide que lo siga.

Hikitsuchi Michio Ueshiba Morihei

Aún así, después de la guerra, Hikitsuchi Sensei ejerce 5 años más como contador en una empresa maderera. Hikitsuchi Sensei comete un error en ciertos cálculos y se da cuenta que debe una gran cantidad de dinero (varios millones de yens de la época), lo que lo obliga a vender los bienes de su familia para solventarse.

Es ese momento O’sensei Ueshiba Morihei se acerca a él nuevamente, y Hikitsuchi Sensei ya no puede rechazar la oferta de dedicarse por completo al Budo.

En 1954, por petición de Morihei Ueshiba, construye un dojo de Aikido en Shingu. En 1957, O’sensei le entrega el diploma de Bo-Jutsu. «En 1957, en verano, cerca de la una de la mañana, O’sensei me dice que me levante y lo siga. Nos alejamos del dojo y comenzamos a practicar el Ken (Sable) del Aikido (Sho Chiku Bai No Ken, así nombrado por O’sensei depués de 1942). O’sensei me pide que lo ataque con mi Ken, y después de varios ataques siento que la punta del Bokken (sable de madera) de O’sensei se ha roto. Me pongo a buscar la parte rota del Boken pero no la encuentro. Entonces Osensei me dice: ¿Qué está buscando Sr. Michio? ¿Es ésto lo que busca?» Y saca de su Keikogi (vestimenta de entrenamiento) el trozo de bokken roto. Normalmente un trozo de bokken quebrado vuela por el aire. ¿Cómo es que lo sacó desde el interior de su keikogi? Yo no comprendía. En ese momento pensé que O’sensei era como un Dios.»

Es a través de este entrenamiento que Osensei le enseña el «secreto» del Sho Chiku Bai No Ken, para luego entregarle el Makimono (rollo impreso) de Bo-Jutsu: Bo-Jutsu Masakatsu (así lo denominaba O’sensei) Oku Hisaden. Estos rollos incluyen los dibujos y las explicaciones del Bo-Jutsu de Morihei Ueshiba. Los dibujos fueron hechos por Kanda Massami y el texto fue escrito por el mismo O’sensei. Hikitsuchi Michio Sensei continuó aprendiendo de Morihei Ueshiba, acompañándolo en cada una de las múltiples veces que visitó Shingu, concurriendo a los peregrinajes a Hongu (villa donde el fundador visitaba un célebre templo) y a Nachi, donde siempre iba a ver su cascada.

El 10 de enero de 1969, Hikitsuchi Sensei recibe directamente de las manos de O’sensei Morihei Ueshiba el 10mo. dan, en presencia de Sensei Kubokatsu Hiroo, hoy fallecido, a quien O’sensei enseñó por primera vez en Shingu.

Al otorgarle el 10mo. dan, Morihei Ueshiba le dice: «Ya te lo he entregado todo Michio San. Hoy te entrego el 10mo. dan”, haciéndole una reverencia.

1969 es un año de muchas pruebas para Hikitsuchi Sensei. Es más, su hijo muere repentinamente el 20 de mayo. En ese momento, Sunadomari Fukiko (hermana de Sensei Sunadomari, profesor de Aikido en Kyushu), que entendía el discurso espiritual de O’sensei y que se hacía cargo de O’sensei hace ya más de 40 años, le dice «tu hijo se fue al lado de O’sensei en tu lugar» (cabe recordar que O’sensei había muerto hacía sólo un mes). Sin embargo, dichas palabras no lo consuelan, y Hikitsuchi Sensei queda sumido en un estado de tristeza extrema. Es en ese momento en que decide enseñar el Aikido tal y como se lo enseñó O’sensei, a todo el mundo y por el resto de su vida.

El dojo de Shingu crece. En 1973, inaugura la ampliación del dojo a 106 tatamis. Los extranjeros visitantes crecen en número, en particular los estadounidenses. Así, Hikitsuchi Sensei, acompañado de sus alumnos más antiguos, viaja a Estados Unidos en 1974 y en 1978. En 1984 visita Francia por primera vez. Desde entonces regresa cada año hasta 1987. Paralelamente es creada una asociación (AFATJ) para asegurar un mejor recibimiento y dar continuidad a la práctica. En 1988, Hikitsuchi Sensei cae gravemente enfermo y debe someterse a dos intervenciones médicas de consideración. Después de la segunda operación, cuenta con humor: «Estaba llegando al cielo, pero cuando Dios me vio, me hizo regresar a la Tierra para seguir enseñando Aikido». Afortunadamente, Hikitsuchi Sensei cumple su palabra y se recupera rápidamente.
En marzo de 1991, recibe en el Nihon Budokan de Tokyo, de manos de Doshu Ueshiba Kisshomaru, un diploma de condecoración en reconocimiento a su contribución de más de 50 años dedicados a la enseñanza del Aikido.

Sus clases y seminarios duraron hasta 1998. Después de esta fecha, su salud comenzó a deteriorarse y resultaba imposible llevarlo a Europa para impartir seminarios.

Continuó como profesor en su dojo de Shingu, ayudado por los alumnos más antiguos. Muere el 2 de Febrero de 2004.

Hikitsuchi Sensei Recibe el nombre budista de SHIN KI GEN IN DEN SAIMIN EIKETSU KOJI.
EIKETSU: El gran hombre.
KOJI: Budista laico.
SAIMIN : Que libera el sufrimiento de las personas.

Se trata de un merecido nombre para quien durante toda su vida se dedicó al servicio de O’sensei Ueshiba Morihei y a la enseñanza del Aikido en el mundo entero, un arte que guarda la esperanza de hacer del mundo una gran familia.

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